Excursión realizada el 26 de Octubre del 2007.
Después de salir el día antes hasta las 6 (era la fiesta del PKO, otro día os la cuento); nos tuvimos que levantar a las 7 y media para ir a la excursión organizada por la
universidad Comenius por la región de Bratislava (Bratislavský). Lo único que recuerdo del despertar es que Gonzalo me tuvo que llamar como 8 veces y que me dijo que me acordase de llevar la toalla para el aquapark (detalle que más tarde tiene su importancia).
Al final los únicos que nos levantamos fuimos Gonzalo, Jorge y yo, mientras que el resto de la gente que se había apuntado se quedo durmiendo (que cabrones!).
Muriendonos de hambre fuimos hasta el autobus, donde nos recibieron con un riquisimos croissant relleno de chocolate (me dió la vida) y nos encontramos con João y Vasco (dos de los portugueses). Nos pusimos cada uno ocupando dos plazas para dormir a gusto, ya que más de la mitad de la gente que iba a venir al final no vino.
El primer sitio al que fuimos (con siestilla en el bus de camino) fue
Modra, ciudad famosa por su cerámica. De hecho fuimos a ver el centro en el que se realizaba la cerámica.
Lo primero que nos pusieron fue un video (craso error) hablando de la historia de la cerámica en Modra, y apagaron las luces. Más de uno caimos!
Joe que sueño por dios
A esto se le llama sutilidad
A continuación nos llevaron a hacer una visita por el sitio, enseñandonos como se hacian los vasos, copas y demás chorradas con el barro. Uno de los alemanes se atrevió a intentarlo con resultados no demasiado buenos, mientras Jorge y yo nos dedicabamos a coger trocitos del barro que sobraba y hacernos una especie de dados.
Cara de kinki
Dice el Génesis: "Formo pués Jorge al dado del barro"
Intentandolo
A continuación nos enseñaron como se cocia el barro (momento en el que aprovechamos para llevarnos unos 'souvenirs') y como se le aplicaba una capa de esmalte que en 2 segundos se secaba perfectamente. Ahí fue cuando Jorge y yo tuvimos la brillante idea de darle la capa de esmalte a nuestro dadito, el problema es que no estaba cocido el barro y no seco, con lo cual nos llenamos las manos de pintura blanca!
El gran hermano todo lo ve
El siguiente punto fue el de ver como pintaban los dibujitos en la cerámica. Las caras de asco de las que pintaban en las vasijas eran como un libro abierto, menudo coñazo debe ser estar todo el día haciendo lo mismo.
Made in Modra Asi pintaba, asi asi...
A Jorge se le ocurrió tocar un cenicero pintado a ver si se había secado, y ... no, estaba humedo aún, jajaja.
¿Estará seco?
Después de esto fuimos a la tienda del sitio a comprarnos alguna chorrada como buenos guiris que somos, y a continuación subimos al autobus recibiendo de regalo una herradura de barro pintada. Sacando un poco mi espiritu de mangui me baje del autobus por la puerta de atrás para volver a entrar por la de alante y conseguir otra herradura xD!
Siesta El siguiente paso (con siesta de por medio) fue ir a un observatorio astronómico perdido en medio de los montes. Fue bastante gracioso porque parecia que hubiesemos llegado a la típica base perdida en el polo norte con los estudiosos con barba de 4 meses, sus jerseys de lana bien gordos y todo bien desordenadito.
Peor que Druzba
Un aparato para medir algo
Despues de la siesta las explicaciones
no nos quedaban muy claras
El sitio estaba bastante bien y fue curioso ver el telescopio de ¡80 años de antigüedad! que todavía funcionaba (tecnología alemana). Como no reciben casi nada de subvención los tios se habían currado un motorcillo conectado mediante cables a los ordenadores para poder mover el telescopio automáticamente.
Tecnologia alemana (y la cabeza tambien)
Tilo y Susi
Después de esto nos fuimos (con siesta de por medio) a ver el castillo de
Červený Kameň. Donde está el actual castillo, existió un castilla de piedra en el siglo XIII que formaba parte de la línea fronteriza defensiva de castillos desde Bratislava hasta Zilina. Este castillo dejó de existir en la primera parte del siglo XVI, cuando se reconstruyó como fortaleza. Cuando la familia Palffy adquirió el castillo en 1588, la fortaleza se terminó e incluso se convirtió en un castillo representativo de los nobles que lo ocupaban.
Simbolo del castillo
Realmente parecía inexpujnable
Se estuvo reconstruyendo durante 30 años, y actualmente se encuentra abierto como museo de muebles antigüos, que es el que fuimos a visitar.
Fuente El castillo desde fuera se veía bastante guapo (y tenían en el hilo musical canciones de
Lorena McKennitt, lo cual le daba un aire medieval). Por dentro estaba bastante bien, pero era un poco más de lo mismo, muebles normalicos; exceptuando un mueble que nos llamo bastante la atención. Se trataba de un mueble con cajones, y uno de los cajones al abrirlo era.... un water!!! Quiero uno de esos pa cuando veo la tele y me da un apretón!!
Mazmorras El aleman que no le gustan los aquaparks,
Vasco, Gonzalo y Jorge (de izq a derch)
Como nuestros estomagos rugian cual leones tocaba la parada pa comer, en una de las residencias de la universidad Comenius que quedan perdidas por el monte, pero que tenía pingpong y mesa de billar (ahi es na!).
De primero había una sopa que estaba buenísima, tanto es así que nos propusimos acabarnosla entera, y repetimos cada uno 4 veces de plato, pero la acabamos!!! Cuando creiamos que no podríamos meternos más comida en el cuerpo llegaron el segundo plato (que estaba buenisimo) y el postre (que no lo estaba tanto); con lo que acabamos con el estomago a punto de reventar. De hecho a Jorge casi se le sale el arroz por la nariz (literalmente).
Aquí llevabamos 4 plataos de sopa!
El grano de arroz de Jorge no aguanta la presion
A la vuelta al bus nos encontramos con que nos regalaban una mantita a cada uno (me pareció demasiado volver a subir para que me diesen otra), y rezamos para que el viaje hasta el aquapark fuese lo suficientemente largo como para dormir otra siesta (si hijos mios, otra más) y poder estrenar la mantita. Más o menos así fue.
El último capitulo del viaje era el tan amado Aquapark. Yendo hacia allí no se quien pregunto si todos teniamos bañadores, y mi conversación con Gonzalo fue más o menos la siguiente:
Gonzalo: Sí, yo tengo el mio
Juanola: Bueno, y el mio también no??
Gonzalo: No, no, yo sólo cogí el mio, no lo cojiste tú?
Juanola: Pues no, como me dijiste que me acordase de la toalla pensaba que me lo habias cogido tu
Gonzalo: Pues no, lo dije pa que te acordases de la toalla, porque pense que te acordarías del bañador, y no de la toalla
Juanola: Mierda!Pues gracias a Dios un aleman se llevó el bañador, pero como era un poco raro no quería entrar en el aquapark porque estas cosas "no le gustan demasiado", así que me lo dejó y pude bañarme sin ir de nudista.
El aquapark fue un poco mierdilla. No me entendais mal, estaba bastante bien, tenia varias piscinas climatizadas, una de ellas daba al exterior y nos dedicamos a ir a la piscina de agua fría para volver a la de agua caliente y disfrutar del calorín (ya ves tu que tontería). Además de eso tenía un tobogan por el que nos tiramos de todas las maneras posibles: juntos los 5 (Gonzalo, Jorge, João, Vasco y yo), por separado, hacia delante, hacia atrás, haciendo tapón....; una sauna donde Gonzalo se dió cuenta por primera vez que había pasado más tiempo en saunas que en clase (verídico) y unos baños donde pudimos hacer de vientre y orinar (
pa los de la logse: cagar y mear).
El problema con el sitio este es que la mayoría de los toboganes de fuera estaban cerrados (como parece lógico, ya que hacía bastante frío, y claro, de aquapark entonces poquito, pero weno.
De vuelta al bus nos dieron otro croissant relleno de chocolate y pudimos dormir antes de llegar a Druzba, así que fue un viaje más o menos productivo.